Consejo Asesor de Protección del Patrimonio de Concordia

 Para completar la historia… La fábrica San Carlos (5) Celebrado el contrato en 1887 entre Robert Demachy, François Seillière y Robert de Coulon para la instalación de una fábrica dedicada a la explotación de productos saladeros, que se construyó en un terreno que “compró” Edouard Demachy, denominada Fábrica San Carlos y que incluía al Palacio, en artículos anteriores presentamos a los socios, conocimos a Carlos Herrán y a quien desmanteló el Palacio… ¡Ahora, vamos por Pedro Pérez! ¿Quién era? ¿Qué funciones cumplía en la Fábrica San Carlos?      Para comprender la historia de Pedro Pérez, otro nombre visibilizado en el libro de contabilidad, se debe explicitar que en 1885 el Consejo Deliberante de la Municipalidad de Concordia sanciona con fuerza de ley que “…desde el 15 de mayo del corriente año, los Saladeros, Graserías, Jabonerías, Velerías, elaboración de aceites, y en general todos aquellos establecimientos en que se faene ganado vacuno, lanar, yeguarizo o caballar dentro del mun

 Doña “Juana Sarriegui de Isthilart” Una mujer comprometida con la sociedad. En la década del 50, Urquiza y Benjamín Virasoro, se entrevistaron en Concordia y acordaron una acción conjunta, contra Juan Manuel de Rosas. En ese contexto histórico nace Juanita, en el seno de una familia aristocrática de la ciudad. Corría el año 1859, a 28 años de la fundación de Concordia. a fines del siglo XIX. Una niña formada e instruida por los mejores maestros y profesores de la época. En un tiempo donde se unían las familias para mantener las ascendencias ilustres y poderes económicos. En 1881; Juana Sarriegui, de 22 años; es presentada a Domingo Isthilart, un hombre que hizo su fortuna, y logro su lugar en la sociedad con trabajo y su carismática personalidad. Domingo, conquista a Juana con sus atributos de poeta francés, se enamoran y comienzan una historia de amor y compromiso. En tiempos en donde todo quedaba lejos y la distracción era disfrutar de los paisajes, la flora, los pájaros y las etern

 UN PARAISO EN LA COLINA CON PULMON PROPIO. Corrían los primeros años de la década del 1930 y el edificio del Hogar de Ancianos “Juana Sarriegui de Isthilart” culminaba su construcción. Su impulsor Don Domingo Isthilart lo equiparía por completo para luego donarlo a al gobierno de la Nación. Esta obra, una más de este gran benefactor de Concordia y de la región, había sido una iniciativa de su difunta esposa y continuado por una de sus hijas y el señor Isthilart. La elección del lugar para su edificación no fue al azar. Ubicado en un predio, que el empresario ganadero había adquirido, de la zona suroeste de la ciudad donde, por entonces solo se podía apreciar el puente Alvear (inaugurado en el año 1923 por el presidente de ese entonces Marcelo Torcuato de Alvear), única construcción. Este detalle del lugar da cuenta de lo visionario que era Isthilart: el paisaje como parte importante del descanso de los adultos mayores. Veamos por qué. Diversas investigaciones actuales destacan como lo

YOLANDE DEMACHY Transcurría el año 2017 y grata sorpresa fue recibir un mensaje de Twitter de Julien Faure-Conorton. Aquel francés y estudiante de un Doctorado de Historia e Historia de las Artes, al que no conozco personalmente, dedicó muchos años de su vida (¡y hasta su trabajo final de investigación!) a Robert Demachy –hermano de nuestro Edouard- y fue él quien tiempo después me compartió la imagen nítida de la señora del Castillo San Carlos. La foto es parte de la colección del Museo Nicéphore Niépce en Francia. Sus derechos están reservados y no se puede comercializar, pero sí la podemos compartir en las redes, con todos los concordienses amantes de San Carlos. Hoy se completa la historia con más datos relevantes. ¡Esperamos que la disfruten! Hace siete años, en el marco de una investigación histórica llevada adelante por la Municipalidad de Concordia y en el marco de la Cooperación Descentralizada Francia-Argentina, promovida por el Ministerio de Asuntos Exte